Incipit
“Cualquier cosa que sueñes emprender, iníciala. La audacia tiene genio, poder, magia” (Goethe, 1749 – 1832)
Comienzo con este primer artículo introductorio, la publicación de una serie de artículos, en un camino totalmente personal de reflexiones, que podría definir como compromiso, de ahí el nombre del blog, «M’Impegno». Estas reflexiones sobre diversos temas, en absoluta libertad y total autonomía, sin colores, intentarán tener una cadencia semanal y las insertaré en una página ad hoc de mi sitio, www.rossellidigimigliano.it. Con este proyecto mío, espero implicar a curiosos, aficionados, simples internautas y lectores, que deseen seguirme y debatir reflexiones sobre temas y asuntos de diversa índole, desde cuestiones sociales, hasta economía, actualidad, política y nuevas tecnologías. Serán temas vivos y de actualidad, que tomo prestados de la realidad actual que observo a mi alrededor, mientras vivo mi vida cada día como hombre, como padre de familia, como trabajador, y que extraigo de la lectura de periódicos, libros y artículos de prensa, de otros blogs, o de la escucha de debates en televisión o en Internet. Pasé hace unos años la «mitad del camino de mi vida» y con un cierto recorrido vital a mis espaldas, llámese, experiencia, quizás sabiduría y por qué no, una cierta locura lúcida, siento que quiero aportar mi contribución a la discusión, mi humilde opinión, de forma lúcida e imparcial, sobre temas, cuestiones y acontecimientos que animan la discusión y el debate público. De ahí que la experiencia directa o la absorbida por la narrativa mediática me convierta en testigo, en participante como espectador, en mero usuario/observador a través de los medios de comunicación de masas. Permanecer en silencio o indiferente ante situaciones flagrantes de penuria y desamparo de muchos o incluso de unos pocos sectores de la sociedad ya no es posible. Mi juicio, mis valoraciones, mis propuestas serán compartidas con la mayoría, en mi pool de amistades y conocidos, y espero que sean compartidas, críticas abiertas y constructivas, contrapropuestas, y que al menos estimulen un debate, un diálogo abierto en torno a estos temas, y que sean el punto de partida para posteriores análisis en profundidad en mesas cada vez más amplias. Al fin y al cabo, los canales de comunicación social sirven hoy precisamente para eso.
Tras estos puntos de reflexión abiertos, a quienes tengan la curiosidad de profundizar en ellos, les recomendaré las lecturas, tomadas de extractos o textos enteros o de artículos en sitios, lo más certificados e institucionales posible y en todo caso siempre verificados por su transparencia, que me han servido para estudiar el tema tratado.
Sólo me queda desearles buen viaje, con la esperanza de poder recibir de ustedes, en mis canales de comunicación, que reproduzco a continuación, consejos, indicaciones y críticas constructivas, animados por el deseo de mejorarnos a nosotros mismos, a la sociedad en la que vivimos y de proteger el medio ambiente en el que vivimos, animados siempre por un espíritu constructivo, en los tonos más tranquilos posibles, evitando los fenómenos de odio mediático y de matonismo, en el pleno respeto de las opiniones de todos.
Feliz lectura.